El papel de la alimentación en el envejecimiento de la piel

Debemos admitir que no podemos hacer nada contra el paso del tiempo. Pero ¿sabes que más del 50% del envejecimiento de la piel se debe a nuestro medio ambiente y nuestro comportamiento diario? Esta es una muy buena noticia, ya que significa que al actuar sobre nuestro estilo de vida tenemos el poder para retrasar de forma visible la aparición de los signos de la edad. En Farmacia Frías, te recomendamos que cuides la alimentación. ya que comer de una forma equilibrada y diversificada tiene un claro impacto en la salud y la calidad de la piel, y por lo tanto en su capacidad para resistir los achaques de la edad.

Alimentos anti-edad

¿Cuál es el papel de la alimentación y cómo afecta a la piel?

En primer lugar ¡un pequeño recordatorio de la clase de biología!  Ya sabes, una vez masticados y tragados, los alimentos llegan al sistema digestivo que los reduce en partículas minúsculas y luego son transportados por la sangre hasta los diferentes órganos del cuerpo humano. La piel, al igual que los otros órganos, utilizará las partículas que recibe para:

  • Renovarse
  • Obtener energía
  • Mantener sus células
  • Protegerse
  • Cicatrizarse

Por lo tanto, lo que comemos tiene un impacto en la piel y su capacidad para resistir o no los signos del paso del tiempo.

Los procesos químicos implicados en el envejecimiento cutáneo

Algunos alimentos aceleran el envejecimiento cutáneo, ya que provocan en el cuerpo dos reacciones químicas muy especificas:

  • El estrés oxidativo, que se produce cuando los radicales libres producidos por ciertos alimentos, perjudiciales para el ADN y membranas celulares, son más numerosos que los famosos antioxidantes, las moléculas que defienden el cuerpo. Esto sucede cuando se sigue una dieta muy baja en antioxidantes, nutrientes y ácidos grasos esenciales.
  • La glicación, una reacción química bastante compleja favorecida por una dieta rica en azúcares y proteínas, que altera las proteínas de las membranas celulares de la piel.

Estos dos fenómenos, favorecidos por una dieta desequilibrada y poco diversificada, tienen un impacto real sobre el envejecimiento cutáneo.

Estrés oxidativo

El estrés oxidativo provoca una disminución de colágeno, elastina y ácido hialurónico producido en la dermis, resultando en la formación precoz de arrugas. Las células cutáneas se degradan y mueren más rápido sin ser renovadas tan pronto como debieran. Las manchas de la edad no tardan en aparecer. El estrés oxidativo se produce cuando se consume demasiada carne roja, embutidos y productos transformados (productos industriales excesivamente salados, basados en harinas refinadas que provocan la pérdida de sus nutrientes). También se deben incluir en esta lista los quesos fermentados con leche cruda, los alimentos tostados y fritos, y también el alcohol.

La glicación

La glicación es un fenómeno causado principalmente por la alimentación, y provoca, a nivel de la piel, pérdida de elasticidad, flacidez y arrugas. Se produce cuando se toma un exceso de carne roja y embutidos. También ocurre con los productos azucarados (postres, bebidas…).

Los alimentos anti-edad

Por todo lo anterior, se comprende que la lucha contra los radicales libres es esencial  para mantener una piel bella durante el máximo tiempo posible, ya que al atacar el corazón y las membranas de las células cutáneas, dañan la piel y evitan su regeneración.

Los antioxidantes son excelentes soldados anti-edad, pero como el organismo no produce suficientes, debemos proporcionarle más con el consumo de mucha fruta, verdura (la más colorida es especialmente buena para la piel) y legumbres (lentejas, garbanzos, alubias…). Los aceites vegetales, el pescado azul y semillas oleaginosas (nueces, avellanas, almendras…), ricos en ácidos grasos llamados «poliinsaturados», favorecen el crecimiento y la regeneración de la piel y protegen contra los radicales libres. También conocidos como Omega-3 y Omega-6, los ácidos grasos poliinsaturados refuerzan la capa lipídica de la epidermis y favorecen un buena hidratación. También actúan sobre la síntesis de colágeno, que mantiene la elasticidad de la piel.