Los probióticos y prebióticos ayudan a mantener una microbiota intestinal saludable. Pero..
¿Qué es la microbiota y cómo modificarla?
La microbiota es el conjunto de microorganismos (bacterias, virus y hongos), que habitan en nuestro organismo. Influye en la regulación de diferentes procesos fisiológicos, como la obtención de energía o el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunitario. Sin embargo, una microbiota desfavorable se ha relacionado con la aparición de diversas enfermedades, como hipertensión, obesidad, diabetes o incluso cáncer. Por ello es tan importante que la microbiota que tengamos sea beneficiosa y adecuada, porque nos ayuda a combatir diversas enfermedades y a estar sanos.
Los factores que condicionan la composición de la microbiota son múltiples. Pero seguir unos buenos hábitos de vida es lo que más puede ayudarnos a que sea adecuada, como por ejemplo una buena alimentación, ejercicio físico activo (con andar 40 minutos al día inicialmente es suficiente), descanso adecuado (8h diarias), no beber alcohol ni fumar tabaco y no automedicarse. Una dieta equilibrada y variada es la clave para que nuestra microbiota y nuestro organismo esté sano. Para ello debemos seguir una dieta rica en frutas y verduras, en fibra, carnes y pescados a ser posible magros (como el pollo/conejo o pescados blancos), comer pan y pasta integrales, tomar legumbres una vez por semana, y evitar alimentos procesados y azúcares añadidos.
Los prebióticos y los probióticos son unos complementos alimenticios que ayudan a que las bacterias que colonizan nuestro intestino sean beneficiosas. En determinadas ocasiones como tras el consumo de antibióticos, tras un proceso agudo de diarrea o en periodos de estreñimiento, es aconsejable tomar probióticos para restaurar la flora intestinal. También existen prebióticos y probióticos que permiten restaurar la flora vaginal, aconsejable en mujeres menopáusicas o personas que sufran de candidiasis. Al igual que hay complementos que ayudan a restaurar la flora bucal.
Pero…¿cuál es la diferencia entre los prebióticos y los probióticos? Y cómo debo usarlos?
¿Qué son los prebióticos?
Un prebiótico es un alimento beneficioso para las bacterias que albergamos en nuestro intestino. Se encuentran naturalmente presentes, aunque en pequeñas proporciones, en ciertas verduras (como cebolla, ajo, plátanos, col, kale, raíz de achicoria y tupinambo) y en los cereales integrales. Pueden asimismo añadirse a ciertos alimentos como yogures, fórmulas infantiles, cereales, pan e incluso bebidas.
Los prebióticos pueden ayudar en la mejora del tránsito intestinal. Contribuyen a reducir el estreñimiento o la diarrea y a mejorar ciertos trastornos asociados al síndrome del colon irritable. Por otra parte, los metabolitos producidos durante la fermentación de los prebióticos por las bacterias del intestino, los ácidos grasos de cadena corta, más allá de un efecto local, pueden actuar sobre la regulación de nuestra saciedad. Pero cuidado con consumirlos en exceso, ya que los prebióticos pueden provocar gases, hinchazón y/o diarrea.
¿Y qué son los probióticos?
Los probióticos son microorganismos vivos o inactivados beneficiosos para la salud. Se encuentran generalmente en los yogures y ciertos alimentos fermentados y también existen en forma de complementos alimenticios. Los probióticos pueden influir en la salud de muy diversas formas, independientemente de su presencia en el intestino o de las modificaciones que aportan a la microbiota intestinal residente.
Por ejemplo, los probióticos pueden interactuar con las células inmunitarias que tapizan el tubo digestivo; ayudar a la microbiota intestinal a resistir ante el desarrollo de bacterias nocivas y; producir ácidos grasos de cadena corta que a su vez ejercen un efecto beneficioso local o sistémico (es decir a escala del cuerpo humano).
Los simbióticos son una combinación de probióticos y prebióticos aportada por la alimentación o los complementos alimenticios con beneficios para la salud.
En Farmacia Frias puedes adquirir múltiples probióticos y prebióticos beneficiosos para tu salud. Consulta con tu farmacéutico/a qué prebiótico o probiótico se adecúa más a la patología que tengas, para poder aconsejarte qué tratamiento es el más adecuado para ti, cómo tomarlo y cuánto tiempo es conveniente utilizarlo.