Cuidar nuestra piel también forma parte de la rutina para mantener una buena salud. De hecho, es el mayor órgano del cuerpo humano y se encarga de protegernos del sol. En las épocas en las que está más expuesta a los rayos UVA y UVB, puede llegar a sufrir diferentes tipos de patologías si no existe una correcta protección.
La piel necesita cuidados específicos que no siempre se le brindan. Existe un gran desconocimiento de lo peligroso que es el sol para la piel, si no se siguen unas correctas pautas de forma diaria.
Cuando tu piel queda expuesta al sol sin protección, es más probable que las arrugas aparezcan. Envejeces más rápido porque los rayos UV desgastan las células que protegen naturalmente tu piel. Si tomas sol sin aplicarte protector solar, es posible que aparezcan manchas imposibles de retirar.
Con la llegada de las estaciones más calurosas del año es el momento de prestar una especial atención a los cuidados de la piel. Al estar más sobreexpuesta a los rayos solares (UVA y UVB) puede sufrir sus consecuencias: envejecimiento prematuro de la piel, aparición de manchas, alergias, y enfermedades de mayor gravedad como puede ser el cáncer de piel.
¿Cómo puedes cuidarla?
Hay muchas opciones para cuidar tu piel y protegerla del sol, además de una buena alimentación es imprescindible un buen protector solar. Debe aplicarse sobre la piel los 365 días del año, incluso cuando el cielo está tapado o cuando llueve.
La cantidad y calidad de radiación solar que recibe nuestra piel varía en
función de numerosos factores como son:
- La hora del día: Entre las 12 y las 16 horas es máxima, por lo que hay que evitar exponerse al sol en estas horas.
- La estación del año: Es máxima en Julio.
- La presencia de nubes: Se atenúa la sensación de calor, pero las radiaciones ultravioletas siguen actuando.
Algunas de las recomendaciones para la exposición solar son:
- Utilice la protección de un sombrero de ala ancha, una camisa, un pantalón, y sin olvidarse de la protección ocular (gorro con visera, y gafas de sol protectoras frente a los rayos UV)
- Permanezca a la sombra, use sombrillas o toldos cuando no haya sombra natural, especialmente entre la 12 y las 16 horas, cuando el sol se encuentra en lo más alto y las temperaturas son más elevadas.
- Los rayos solares se reflejan en muchas superficies tales como arena, agua, nieve, rocas, por lo tanto, se debe proteger la piel incluso en la sombra.
- Conozca su tipo de piel, su sensibilidad personal al sol (piel clara, morena u oscura) y practique las exposiciones de forma tanto más progresivas cuanto más claro sea el fototipo.
- Evite quemaduras del sol. Aún en un día nublado el riesgo de quemadura sigue existiendo, puesto que el 90% de los rayos UV son capaces de atravesar las nubes. También el riesgo se incrementa con la altitud
- Los bebés menores de seis meses no deben tener contacto directo con el sol.
- Antes de salir de casa aplicar protectores solares sobre la piel limpia y seca y en cantidad suficiente, y renovar la aplicación cada 2 horas y después de cada baño. La aplicación periódica de los protectores solares no se hace con el fin de poder aumentar el número total de horas de exposición al sol, ni promover un bronceado intenso, sino para permitir una exposición razonable sin riesgo.
Desde Farmacia Frías queremos recomendarte Avéne Solar Reflexe 50+ Emulsión ofrece una muy alta protección de las pieles sensibles. Muy resistente al agua y sin parabenos:
– No se exponga al sol más de una o dos horas diarias, aunque lleve protector solar.
– Los niños, y las personas de piel sensible particularmente, se deben usar un FPS alto (mayor de 30)Laboratorios Boots, recomienda un fotoprotector de fácil aplicación para la piel sensible de los más pequeños.
– Ciertos medicamentos son capaces de producir fotosensibilización o aumentar el riesgo de reacción de la piel frente al sol.
– Beba abundante agua antes, durante y después de la exposición solar, sin esperar a tener sed.
– Si advierte que un lunar cambia de tamaño, forma o color, o aparecen nuevos «lunares» de rápido crecimiento, consultar al dermatólogo.
– No debemos olvidar el uso de fotoprotectores solares y de ropa adecuada, sombreros y gafas, durante todo el año, ya sea con la práctica de actividades deportivas al aire libre (esquí, ciclismo, montañismo, senderismo, footing, etc,) o simplemente pasear.
Lucir una piel bronceada nos aporta bienestar, nos sentimos atractivos y atractivas. Belleza y salud van de la mano, una piel bronceada y protegida aumenta tu autoestima y disminuye las arrugas y los riesgos para tu piel.