El verano, esa época que se asocia con el descanso y la diversión, mucha gente se va de vacaciones, hacen viajes… con el fin de descansar y desconectar de su día a día. También es la época en la que la gente aprovecha para mejorar su estado de salud mediante la práctica de deportes al aire libre, baños en el mar, etc. Además, es muy importante que en estos meses del año las personas adoptemos una serie de medidas que nos protejan de posibles deshidrataciones, golpes de calor, etc.
La deshidratación es una situación que se puede producir con mayor frecuencia durante el verano y las personas más susceptibles de padecerla son los niños y los ancianos, motivo por el que conviene ser especialmente cuidadoso con ellos.
La deshidratación se produce cuando la salida de agua y sales de nuestro organismo es superior a la entrada. Los líquidos y sales se aportan a través de las bebidas y los alimentos, y se pierden con el sudor, la respiración, las heces, la orina, así como con determinados trastornos como son: los vómitos, las diarreas, la fiebre y las insolaciones. El mejor antídoto de la deshidratación es el agua así que hay que Beberla con frecuencia.
¿Quieren consejos para evitar la deshidratación?
· Procure tomar alimentos ricos en sales y agua como el gazpacho o ensaladas.
· Evite la exposición prolongada al sol durante las horas centrales del día.
· Si toma el sol, hágalo debidamente protegido.
· Procure no realizar ejercicio físico intenso en ambientes calurosos.
· Evite el excesivo abrigo de los niños, procurando usar ropas que se puedan poner y quitar fácilmente. Por otro lado, si percibe algún signo de deshidratación como decaimiento progresivo, sed, piel seca, ojos hundidos, dolor de cabeza, mareos… Actúe de la manera siguiente:
1) Suspenda cualquier actividad que esté realizando.
2) Póngase en un sitio fresco.
3) Beba pequeñas cantidades de agua frecuentemente.
4) Aplique a la piel compresas de agua fría.