Llega el verano y las altas temperaturas hacen que nuestros pies, que han pasado meses escondidos, salgan a la luz. Es hora de lucirlos descalzos en lugares públicos, paseando por la playa, en la piscina, etc. La sudoración excesiva, un mal calzado o una higiene incorrecta pueden causarnos problemas. Por ello, te ofrecemos una serie de consejos para cuidar los pies en verano.
Usa un buen calzado. Es muy importante usar sandalias que sujeten tu pie. En caso de usar sandalias, asegúrate de que tengan tiras para aumentar la sujeción, así el calzado sujetará el pie y no al revés. Elígelas también procurando que tengan cierta amortiguación y un poco de tacón, así tus rodillas sufrirán menos. Usa plantillas adecuadas para tu tipo de calzado.
Si normalmente usas zapatos planos, para amortiguar y absorber el impacto del tacón te recomendamos una plantilla especial para uso diario que te proporcione una sensación de ligereza. Si eres más de botas y botines, unas plantillas con mayor soporte en el arco y amortiguación en el ante pie serán las ideales. Existen en el mercado muchos tipos de plantillas según tus necesidades, u ofrecen apoyo a los pies para reducir la tensión en zonas como la rodilla, o zona lumbar , disminuyendo las molestias en esta zona. Visita nuestra web si tienes dudas y podrás encontrar la que mejor se adapte a ti y a tu día a día.
En piscinas: siempre chanclas. Evitarás problemas como infecciones por hongos, o papilomas. Las chancletas de goma son las recomendables y no sólo para usar en piscinas, también en gimnasios, campings, en general te aconsejamos que evites andar descalzo en espacios públicos.
Mantén tus pies siempre secos. Está claro que mantener una correcta higiene de nuestra piel es fundamental, pero igual de fundamental es secarlos bien después de la ducha, sin descuidar la zona entre los dedos o la zona entre los pliegues que unen los dedos a la planta. La manera más eficaz es utilizar un pañuelo desechable, ya que las toallas no llegan a todas partes y pueden transmitir los hongos al resto de la familia.
Corta bien tus uñas. La manera correcta de cortar las uñas es en línea recta y sin meterte en las esquinas. Si apuras demasiado al cortarlas puedes provocar que la uña al crecer se clave en tu piel. De esta forma evitarás alguna que otra visita al podólogo. Hablando de uñas, no abuses de los pintauñas, el esmalte debilita la uña y no deja que respire. Evita los esmaltes permanentes y sólo píntalas en ocasiones especiales.
Deja que tus pies transpiren. El sudor es uno de los inconvenientes del verano en los pies como consecuencia de las altas temperaturas. Un exceso de sudor puede hacer que la piel se agriete. Después de lavar y secar correctamente tus pies, te aconsejamos que utilices un desodorante para pies. Desde Farmacia Frías te recomendamos un desodorante de efecto duradero como el que propone Dr-Scholl, no sólo permite que tu piel transpire, sino que con su fórmula Neutra-activ también elimina los posibles hongos y bacterias que causan estos olores. También puedes optar si tu sudoración es excesiva por un desodorante en polvo que no sólo puedas aplicar en tu pie, sino también en tu calzado.
Mantén una buena hidratación. Lavar los pies diariamente con agua tibia y jabón neutro y acostúmbrate y aplica una crema hidratante a diario en tus pies. De esta forma evitarás que se sequen y aparezcan las antiestéticas grietas en los talones. Las ideales son las que entre sus ingredientes aparece la vitamina E, ya que además de reparar la piel la protege. Dr-Scholl propone una crema no grasa de rápida absorción que a la vez de hidratar tu piel, la protege.
En caso de sufrir las temidas grietas y durezas en tus pies, hazte con una lima electrónica, que en pocos minutos y de forma sencilla devuelva la suavidad a tus pies. La lima electrónica con Cristales de Diamantes de Dr-Scholl dispone de recambio para tres durezas diferentes: suave, leve y extra fuerte.
Protege tus pies en verano del sol. A la hora de cuidar los pies en verano, la protección solar es fundamental. Los pies quedan expuestos al sol por primera vez en unos diez meses. Situación que los hace especialmente vulnerables a las quemaduras. Presta especial atención al dorso del pie, ya que es una zona que suele dejarse desprotegida y también necesita de la aplicación de protección para no quemarse.
Cuidar tus pies no es sólo cuestión de estética, es importante para nuestra salud ya que tener unos pies saludables hace que te mantengas activo, mejora tu autonomía y previene algunos problemas de salud.
Procura practicar ejercicio ya que activa la circulación sanguínea de tus pies, usa medias o calcetines de fibras naturales como seda, hilo, o lana, teniendo en cuenta que no opriman. Además es importante revisar tus pies a diario. Aprovecha en tu aseo diario para comprobar que no hay ningún problema. Por ejemplo ampollas o alguna inflamación y consulta con tu médico cuando sea necesario. Acudir al médico o al podólogo siempre que lo consideres necesario.
Cuidar nuestros pies se vuelve más necesario, pero se vuelve imprescindible si padeces diabetes u otras afecciones. La diabetes tiene una gran repercusión en los pies. La afección de nervios y arterias puede aumentar la frecuencia de erosiones, cortes, quemaduras… que mal tratados pueden acabar en úlceras o amputaciones.
También los pies de los más pequeños de la casa deben prestar un especial cuidado. Cuando el niño comienza a andar se le debe permitir que camine descalzo por la casa o protegiéndolo con calcetines para favorecer un correcto desarrollo del pie. Fuera de casa utilizar calzado flexible y de materiales naturales. A partir de los 3 años es la mejor edad para corregir la mayoría de las alteraciones funcionales de los pies. Muchas de las alteraciones presentes en la edad adulta podrían haberse evitado con un tratamiento adecuado en la infancia.