El invierno es la época en la que tendemos a enfermar con resfriados y gripes. Y aunque la temperatura en sí no es causa de la enfermedad, el hecho de estar más tiempo en interiores y tener contacto con compañeros de trabajo, amigos y familiares en lugares cerrados aumenta las posibilidades de coger un resfriado.
Si deseas mantener una vida saludable este otoño-invierno, te aconsejamos que revises tus opciones de estilo de vida para asegurarte de que comes bien, descansas mucho y haces ejercicio con regularidad. Pero también hay algunos otros pequeños cambios que puedes hacer para controlar estos molestos gérmenes. Aquí tienes 6 consejos que puedes incorporar fácilmente en tu rutina diaria y que esperemos te ayuden a pasar mejor esta época.
- Limpia los teclados, manijas de puertas, interruptores de luz, teléfono móvil, y mandos de TV – todas las cosas que tienen una alta tasa de «contacto directo». Los virus del resfriado y de la gripe pueden sobrevivir (y ser contagiosos) hasta 24 horas sobre superficies duras.
- Lávate las manos con frecuencia. No es necesario que uses un jabón antibacteriano. Basta con un jabón suave y con frotar las manos durante 20 segundos antes de enjuagarlas.
- Evita dar la mano. Así evitarás en mayor medida la transmisión de bacterias entre personas. Como sugerencia, realiza por ejemplo en su lugar algún gesto amistoso o asiente con la cabeza. Y si esta alternativa no es viable, entonces procura …
- Mantener las manos alejadas de la cara. La nariz, los ojos y la boca son los lugares más probables para que entren los gérmenes en tu cuerpo. Todos inadvertidamente tocamos nuestras caras cuando nos rascamos por un picor, arreglamos nuestro cabello, o incluso cuando descansamos la barbilla en nuestras manos, dando así oportunidades a los gérmenes para que se transfieran desde nuestras manos a nuestro organismo.
- Revisa tu consumo de vitamina D. Durante muchos años, la vitamina C ha sido un remedio popular para el resfriado común, pero la vitamina D es esencial para la absorción del calcio y para fortalecer y mejorar el sistema inmunitario. Si nuestros cuerpos están bajos en vitamina D y se exponen a las bacterias y a los virus, estarán menos capacitados para combatir las infecciones. El sol es nuestra principal fuente de vitamina D: el cuerpo produce esta vitamina cuando la piel se expone directamente al sol. En cambio, muy pocos alimentos contienen vitamina D de manera natural. Los pescados grasos (atún, salmón y caballa) están entre las mejores fuentes de vitamina D.
- Haz gárgaras con agua tibia con sal. Esta práctica sencilla y económica se ha utilizado tradicionalmente para aliviar el dolor de garganta. Además, hacer gárgaras con agua salada es eficaz en la prevención de infecciones de las vías respiratorias superiores, como amigdalitis, laringitis y sinusitis.
Así, con un poco de acción preventiva, esperamos que tengas un otoño-invierno de lo más saludable.