Todos sabemos lo importante que es mantener una dieta sana para evitar, o al menos reducir, las probabilidades de sufrir ciertas enfermedades en un futuro. Aparte de saber comer sano, para lo cual os daremos unos consejos más adelante, es muy importante el ejercicio físico diario y, sobre todo, la exposición a la luz solar, ya que a través de ésta obtenemos la vitamina D:
- Esta vitamina interviene en la absorción del calcio y el fósforo en el intestino y, aparte de con la exposición solar, aparece en los alimentos lácteos, en la yema de huevo y en los aceites de hígado de pescado.
- Su carencia genera alteraciones óseas, trastornos dentales y alteraciones metabólicas, pero su exceso genera debilidad, cansancio y nauseas (situación similar a la de la presencia excesiva de calcio en nuestro cuerpo).
- Por lo tanto, como conclusión, recordad que todo en su justa medida es bueno, pero la escasez o el abuso nunca serán beneficiosos.
Como os comentaba al principio, nuestra dieta ha de ser sana y equilibrada. ¿Cómo lo logramos?
- Bien, en ella deben abundar los hidratos de carbono y la mejor manera de obtenerlos es incluir en nuestras comidas arroz, pasta, patatas cocidas o, incluso, el pan.
- La fibra también es muy importante para nuestro tránsito intestinal y, por eso, debemos consumir mucha fruta y verdura.
- ¿Os cuesta comer fruta o verdura? Un consejo que os damos a los que os cueste comer fruta es que procuréis comerla entre horas para merendar o almorzar. Lo mismo os decimos con la verdura: se pueden añadir trozos de verdura en diferentes comidas como las lentejas, el arroz o la pasta, disimulando este tipo de comida para aquellos a los que no os guste en excesivo lo verde.
- Tampoco debemos olvidarnos de las proteínas, ya que son una parte muy importante de la dieta. Nosotros os recomendamos que las obtengáis del pescado, y os sugerimos que la comáis, al menos, dos veces por semana.
Para finalizar, recordad que el consumo de alcohol es bueno en pequeñas cantidades (beber un poco de vino con las comidas, por ejemplo), pero no debemos de abusar de esta sustancia para evitar mayores problemas.
También os aconsejamos no abusar de la sal, ya que puede generar hipertensión. Además, es mejor que nos acostumbremos a comer con menos sal (si no le echamos sal a las comidas casi mejor) y enriquezcamos las comidas con otros productos o especias.
Otra cosa que debemos evitar, si queremos reducir las enfermedades cardíacas, son las grasas, intentad cocinar con menos aceite o comer menos fritos.
- No decimos que no se puedan comer de vez en cuando unos huevos fritos con patatas, pero sí aconsejamos que no se cenen, y procurad cambiar estas comidas, sobre todo en verano que apetece más, por una macedonia o una ensalada.
- Si en invierno nos apetece comer algo más calentito siempre podemos hacernos puré de verduras que, además, lo bueno de los purés es que puedes incluir una gran cantidad de ingredientes y no notar mucho su sabor porque se camuflan; de esta manera tenemos una de nuestras raciones de verduras de la dieta asegurada.
Esperamos que todos estos consejos os puedan servir para algo y, para concluir, nos gustaría saber vuestra opinión acerca de nuestras sugerencias. ¿A vosotros qué os parecen?