La dermatitis atópica (eczema atópico) se muestra por lo general entre uno y seis meses de edad, sobre todo en el rostro del bebé (mejillas y frente) y en los miembros. Lo notas especialmente cuando tu bebé tiene la piel seca, de color rojo y tiene un picor intenso. Estos molestos picores son motivo de rascado y excoriaciones, sobre todo desde los tres meses, y generalmente impiden dormir al niño.
Otra preocupación de los niños con dermatitis atópica es la sequedad de la piel. Ésta se vuelve áspera, rugosa, pálida y un poco escamosa. De ahí que las cremas emolientes desempeñen un papel clave en el tratamiento. Generalmente, el eczema se atenúa con la edad, a partir de los dos o tres años, y en caso de que persista, estará más localizado (en los pliegues de los codos y de las rodillas).
La dermatitis atópica acaba desapareciendo de forma espontánea en la mayoría de los casos. Sin embargo, es imprescindible un cuidado dermocosmético adecuado para que la piel de tu bebé conserve su función protectora y asegures una buena hidratación. Para ello te aconsejamos utilizar:
- Limpiadores suaves para que la higiene no sea un factor de irritación. Mejor si no tienen ni jabón ni perfumes.
- Y cremas emolientes que calman, hidratan y nutren la piel, disminuyendo la sequedad cutánea y la sensación de malestar. Nuestra recomendación: La gama TriXéra+ Crema Emoliente de los laboratorios Avène para la higiene diaria en cara y cuerpo de tu bebé, ahora en pack económico de dos unidades de 400ml que trae además un regalo muy útil y práctico : la «Guía de Masaje para niños atópicos» en DVD.
En un próximo post hablaremos de los consejos para cuidar la piel de los niños atópicos.